Quedará lejos el hablar

Solo estar mirando al vacío durante unos instantes me alertó de lo que estaba pasando, de como el tiempo transcurría sin dar señales de vida.
 Me empezaba a dar cuenta de la tristeza sostenida que había en mí, de en que me estaba convirtiendo, de que me había quedado a medias perdiendo la parte que latía en mí. Fue ahí cuando decidí no darme por vencida. Acepté cualquier tipo de amor, cariño, aprecio o algo parecido que viniera, y es que cuando estamos mal qué bueno es el sentirnos queridos.
Vivimos en un cuento, en una historia dirigida por el destino en el que todos los personajes tienen un desarrollo diferente pero el mismo final.
Nuestro desarrollo es dirigido por los gustos y preferencias de uno mismo, o eso dicen, pero todos estamos condicionados por aquello que nos rodea: por las modas, por la política, por la economía, por nuestro ámbito social, etc..
En los tiempos que corren uno no siempre puede comportarse como quiere, sino como debe, y es así. Así es como todos acabaremos. Viviendo en una sociedad donde todos seamos iguales, condicionados por los ámbitos que nos proponen.
Un mundo homogéneo donde la única diferencia sea el color de piel, de pelo, de ojos, donde no existan gustos ni valores. Una sociedad mecanizada y tecnológica ¿acaso veis normal  que un niño de 5 años maneje un Ipad, Iphone, o cualquier otro tipo de aparato electrónico?
Es una pena, no se como lo veréis pero los viejos tiempos eran mejores. La infancia no se puede llamar infancia cuando utilizan lo mismo que utilizan su padre o madre incluso mejor que ellos, ¿dónde han quedado las muñecas, los cromos,..? Pasamos demasiado tiempo colgados a estas tecnologías que se convierten en una droga para muchos, perdiendo lo que pasa alrededor nuestro y dejando ir aquello que no volverá llamado tiempo. Al no interactuar frente a frente con los demás, el individuo va perdiendo la noción de lo que se quiere decir en realidad. Hablamos sin pensar lo que decimos, diciendo sin pensar lo que hablamos. Nuestra capacidad de percepción es absorbida por estos aparatos ya que nos lo dan todo hecho, cada día se nos hará más común la incomprensión entre países, gobiernos, padres e hijos, familiares y amigos...
Quizá nos quejemos o quizá os alegréis pero si ha sucedido esto es por el ser humano, el único creador de tal corriente. Actualmente la sociedad y la tecnología está demasiado ligada como para separarse, su estrecha relación podría considerarse como indestructible. Si bien, es cierto que hay tanto aspectos positivos como negativos dentro de este ámbito.
Nos hace la vida mucho más fácil y cómoda, pero para poder llevar esto de forma correcta el humano debe estar preparado para no terminar siendo controlado por la misma.
Negativamente es si se utiliza de forma continua, dejando a un lado aspectos humanos para volverse en contra nuestra, finalmente cada quien es responsable del uso que le de.
Solo advierto de un uso limitado o controlado, para no perder los valores humanos con los que contamos y terminar convirtiéndonos en auténticos dependientes tecnológicos.
Porque hoy en día, se ven más sonrisas causadas por móviles que por personas.