Por eso en esto de la velocidad a la que se mueve nuestra vida o esas veces que oímos "corre mucho para la edad que tiene" no debemos creer. Las cosas no suceden sin más. Si, es verdad que dejamos que sucedan, que el tiempo transcurra y sea el destino quien nos guíe como muchos dicen.
Pero los únicos que decidimos cuando, cómo, dónde y el porque suceden las cosas somos nosotros mismos, dueños de ese destino que día a día se va haciendo presente, creando futuro.
Lo único que quería que aprendieras de esto es que nada ni nadie dirija vuestra vida. Cada uno vamos a nuestro ritmo.
Cada uno tenemos esa propia banda sonora en la que nuestro corazón hace de artista marcando los mejores acordes.
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