Tú eliges

Intento buscar razón al pensamiento. Encontrar una respuesta al espacio en el que habito abriendo mi camino, siguiendo los pasos que da la gente alrededor de tan lúcidos edificios. Sé que ellos también se preguntan el cómo dónde y cuándo sucedió ese punto de inflexión que hizo cambiar su vida. Aquel día en qué encontraste trabajo, en el que te aficionaste a algo, cuando te cruzaste por primera vez con alguien que marcó tu vida, el día en el que superaste tus expectativas... Todo lo que digo es bonito recordarlo. No obstante, existe el punto de inflexión que no te lleva al máximo sino a su opuesto. 
En contraposición, también encontraremos en nuestra vida estos puntos: el día en el que se muera un ser querido, en el que nos despidan, nos desahucien, cuando nos descubran una terrible enfermedad y caigamos en picado...
Valora lo que tienes. No te rindas ante un no. Te hago saber que un no, es una palabra que quizá y sólo quizá sirva de antecedente del punto de inflexión que te lleve a tu mínimo. Preguntarás de qué depende ese quizá, te diré que como todo en esta vida, eso solo depende de tí y de la importancia que le des. Si decides rendirte ante un no, ya has decidido tu línea. Estás convirtiendo en no en sentimiento, en frustración, en algo más que una palabra que no te hubiera causado dolor. 
Por eso, acepta el no como aceptas a un sí y hazles saber a todos incluso a tí mismo, que eres tú quien dirige tu vida, quien decide si establecer o no un punto de inflexión en ella. 
Si hoy es no, quién te niega que mañana no sea un sí? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario