De recuerdos entre tiempos.

Parece que todo sigue igual. Han sido unos días increíbles con unas personas aun más increíbles, pero sabes? ahora lo único que queda son recuerdos y tiempo, tiempo para recordar y ser recordados. Me encuentro a kilómetros de altura, queriendo volver ahí ahora mismo pero con ganas de regresar de nuevo a Zaragoza. Como no, el ser humano siempre ta incierto e inseguro de sí mismo y de sus ideas. No pensé que fuera a pasármelo tan bien, pero quizá fuese necesario unos días así, de esos que recordarás todo o parte de tu vida.
Los recuerdos. Cuántos de ellos son odiados, cuántos queridos y cuántos pasan por ambos casos según la época. Creo que son la mejor forma de quedarnos con una mínima parta de la otra persona y recrearnos en ello, poco a poco son ellos los que nos dan carácter propio. Vamos adornando nuestra base con cachitos y manías de personas que un día nos marcaron. Y solo, si nos conocen a fondo, sabrán de verdad quiénes somos y no de qué, sino por quién estamos formados.
Pienso que no todos tenemos la misma forma de recordar, a cada persona nos sirve más un método que otro. Canciones, libros, fotos, redes sociales, ropa, accesorios, objetos, etc... No sé que otros tipos de recuerdos puede haber porque, en verdad, nunca me he parado a preguntarle a alguien cuál es su forma para recordar. Ahora lo haré más a menudo. Yo, por ejemplo, me sirvo de recuerdos en forma de canciones y pulseras.  En el primer caso, me quedo con la primera o la que más me haya gustado de una de las canciones, y siempre me recordará a ella/él. También si me conocéis, supongo que sabréis que me encantan las pulseras, pues lo que hago es un pequeño intercambio. Él/ Ella me da una suya y yo le doy una mía.
La canciones siempre las podré escuchar por mucho tiempo que pase, y las pulseras, bueno. Eso se intenta pero de momento conservo todas. Cuando veo que están muy gastadas, las meto en una cajita. Si tenéis alguna forma propia, característica para recordar os invito a que las pongáis.
Hablemos de tiempo, del que ahora, querido lector, está leyendo esto y se lo agradezco. Nunca digas nunca opero nada es para siempre por mucho amor u odio que os separe.  El despertador obliga, el reloj controla y desespera, y el tiempo escapa. Vivimos pensando en mañana, solo vivimos agobiados sin ánimo de un presente, pero con la impaciencia de un mañana.
Y solo cuando sabemos que se acaba es cuando se aprovecha. ESTÚPIDO PERO CIERTO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario